Los programas de cumplimiento pueden ser definidos como “un sistema de gestión empresarial que tiene como objetivo prevenir y si resulta necesario, identificar y sancionar las infracciones de leyes, regulaciones, códigos o procedimientos internos que tienen lugar en una organización, promoviendo una cultura de cumplimiento” (AS3906- Compliance Programmes, Standars Australia 1988, parg. 1.2).
En efecto, “en las empresas el cumplimiento con la legalidad es una tarea ardua. Existen múltiples factores que provocan la aparición de infracciones dentro de la empresa: el desconocimiento de la normativa, a veces muy compleja, que debe cumplir; la aparición de una cultura corporativa en la que la obtención de beneficios prima sobre el respeto a la legalidad; la división del trabajo, etc. Por esta razón, el cumplimiento normativo como objeto de la dirección de la empresa necesita una herramienta de gestión. Esta herramienta son los denominados programas de cumplimiento, que deben compensar los factores que dificultan el cumplimiento de la legalidad dentro de una corporación. Los programas de cumplimiento realizan esta tarea a través de la prevención de los comportamientos infractores y cuando estos tienen lugar su detección y sanción” (Nieto Martín, Adán (2015): “El cumplimiento normativo”, en Nieto Martín, Adán (dir.), Manual de Cumplimiento Penal en la Empresa (Valencia, Tirant Lo Blanch), pp. 25-26)